martes, 4 de noviembre de 2008

La buena vida de Miquel y mi mala vida

Por si nos quedaba alguna duda después de la amplia sonrisa que le vimos en la última ecografia, Miquel no para de dar muestras que se encuentra muy a gusto en mi barriga. En primer lugar, por que su espacio ha aumentado considerablemente: tengo una barriguita redonda y amplia y, en segundo lugar, por que ¡no para quieto!!!! Su repertorio de patadas se va aumentando y noto sus movimientos.

Le sigue gustando bailar sardana sobre mi vejiga o sentarse sobre ella (como lo encontraron en la penultima ecografia) y así provocar que su mami vaya al baño desesperada a la que acumula cuatro gotas. Pero también se va por las alturas para estrujar mi estómago, que también debe ser muy divertido... Este domingo vi por primera vez como mi barriga se ondulaba a su paso ¡fue alucinante! Ver que hay alguien dentro de tí y sentirlo. Poner el angelsound ahora resulta estridente y ensordecedor de la cantidad de movimientos que hace pero, con suerte, encontramos la calma de su corazón.

Yo cada vez me encuentro mas incomoda. La acidez de estómago se hace realmente insufrible a pesar de los medicamentos. Me canso en seguida. Mi barriga se vuelve un balón de acero por las noches y necesito ayuda para vestirme. Estoy feliz de comprobar que él día a día está mas fuerte y vital y me muero de ganas de verle. Pero, por otro lado, me siento agotada y sé que esto va a ir a peor, que me sentiré mas pesada y cansada. No sé como llegaré hasta febrero, la verdad. Este niño me absorve toda la energia. Estoy a mediados de la semana 25.