jueves, 26 de septiembre de 2013

Mi hijo es muy especial


¿Cuantas veces pensamos eso los padres? Por supuesto, cada persona es especial y cuando esa persona ha salido de tu vientre, de tu amor y va descubriendo la vida y el mundo contigo es especial. Los que conocéis mi maternidad desde los inicios, sabéis las dudas y los miedos que hubieron durante la gestación: El riñón izquierdo del niño no aparecía en las ecografias desde la semana 20 por estar desprendido y fuera de sitio.

Calculo que en cuatro años se le han hecho unas 10 ecografias. En todas ellas nos decían que el riñón que había dejado de desarrollarse antes de la semana 20 de gestación seguía sin desaparecer. Pregunté mil veces al nefrologo cómo era posible que un órgano que se empieza a formar en la semana 12 y que deja de hacerlo en la semana 20 de embarazo o antes fuera de un tamaño tan considerable y preocupante. Siempre me contestaron que era posible. Tampoco le dieron mucha importancia a la información facilitada por nosotros sobre la gran capacidad que tenía el niño para aguantar el pipi muchas horas.

Decidimos operarlo por que el persistente e inútil riñón presentaba bultitos. En cada ecografía se identificaba este riñón anómalo cerca de la vejiga... Mi hijo entró en quirófano para una operación de horas, no sabíamos cuando saldría aunque sabíamos lo que le iban a hacer: extraerle el riñón izquierdo mediante tres incisiones minúsculas.

El día de la operación, Miquel se levanta feliz, casi excitado. Cosa rara en él, ya que le cuesta mucho despertarse. Sabe que los médicos le van a curar un riñón. Ya en el hospital, el tranquilizante lo excita más aun y entra en quirófano receloso de la mano de una enfermera.

Después de casi cinco horas de espera angustiosa, la cirujana nos explica que la operación ha ido bien pero ha sido completamente diferente a lo que esperaban. Al abrir, se encontraron con que lo que ellos creían el riñón izquierdo cercano a la vejiga era otra vejiga anexa. Las vejigas, al contrario de los riñones, tienen una superficie rugosa, lo que se confundió con bultos en su momento. El riñón izquierdo también se encontró pero era insignificante. Decidieron extraerle una de las vejigas y reconstruirle la que se quedó. Mi niño ha pasado horas y horas de dolores y angustias estos días y quizás esto no hubiera pasado con un diagnóstico correcto ya que, quizás, no lo hubiéramos operado. Todo el personal que le ha atendido estos años se ha sorprendido mucho y hablan de un caso único. Ahora nos esperan unos cuantos días en el hospital todavía.


Siempre he pensado que mi hijo es especialista en romperme los esquemas y esta vez lo ha vuelto a demostrar. No solo a mí, a todo un equipo médico.  

domingo, 22 de septiembre de 2013

Se acerca la solución y el problema

Hoy recuerdo los comienzos de este blog. Embarazada y feliz os contaba mi día a día hasta que llegó la ecografía de la semana 20. En ella, descubrimos una anomalía en el riñón izquierdo de Miquel. A partir de ahí llegaron los miedos y las ecos semanales, dos meses terribles de incertidumbre hasta que se descubrió que tenía un riñón desprendido que nunca haría su función pero  Miquel podría crecer sano y fuerte.

Ahora, cuatro años y medio después, Miquel entrará en quirófano este lunes para extraer ese riñón inútil. Miquel ha llevado un seguimiento médico de su problema con ecografías periódicas. Miquel siempre ha mirado con curiosidad la pantalla del ecógrafo y le hacía cosquillas el transductor en la panchulina observando sus riñones. Nunca ha sentido miedo e iba de buen humor ya que las enfermeras le enseñaban como latía su corazón. Quizás por todo ello, mi niño muestra tanto interés por el cuerpo humano cuando, quizás, aun no le tocaría por su   edad.

Le hemos explicado que le van a operar y curar los riñones.  No nos hemos atrevido a contarle que le van a sacar algo de su cuerpo ya que es algo aprensivo. Le intentamos transmitir gran confianza en los médicos y tranquilidad pero nosotros estamos algo nerviosos. No deja de ser una operación de varias horas y va a estar unos días ingresado. No sé los ánimos que tendrá pero dado su  carácter inquieto, tememos que la estancia en el hospital se le haga eterna.

Necesitaba escribir esto para descargar la tensión de una espera eterna y por que creo que os lo debía a aquellos que seguisteis mi embrazo semana a semana. Esta semana previa a la operación ha sido muy larga, eterna. Este domingo parece no avanzar pero, a la vez, no queremos que llegue el lunes nunca. Es una tortura, pero la auténtica tortura empezará cuando mañana se lleven a nuestro pequeño a quirófano y estar dos horas o tres sin saber nada. Hasta que no lo vea de vuelta seguirá la tortura. Los días que pase en el hospital se superarán con paciencia.

Y por si tengo la cabeza en otro sitio, que será lo más probable, os aviso ya que el martes 24 se emittirá un programa ya grabado el día 18 de Para todos la 2 en el que participo en una mesa redonda sobre maternidad y discapacidad.

Mandadnos mucha energía positiva, por favor.