miércoles, 2 de septiembre de 2009

Renovarse o morir

Tener un hijo te plantea nuevos retos a diario y más cuando te tienes que inventar maneras de hacer las cosas de la nada. Ya tengo solucionado el tema de la cuna grande para cuando lo pasemos a ella. Hecho que tendrá que suceder antes de que tengamos que jugar al tetris para meter al niño en el moisés pero me da una pereza terrible esa idea.

Otra idea que me daba aun más pereza es el tema de llevarlo a la guardería, tanta que he decidido no llevarlo por que es muy pequeño, el pediatra opina que es muy pronto y creo que por que yo le necesito tanto como él a mí o más. Mi idea era apuntarlo el año que viene y eso haré. Ahora disfrutaré de mi niño ¡ea! Seamos realistas, el tema de encontrar trabajo nunca fue fácil y ahora menos y cuidar del niño es una forma más de contribuir a la economía doméstica. No por ello, pienso dejar el proyecto del libro por que ahora ya voy conociendo los ritmos de sueño de mi hijo. No duerme mucho por el día pero hace dos siestas o tres, ese tiempo lo puedo aprovechar.

Lo que si que he tenido que hacer ya es bajar el colchón del moisés. Miquel se pasa gran parte del día sentado en la cuna y se apoya peligrosamente en los bordes. He quitado la colcha y he puesto algo mas finito debajo del colchón. Sigue estando elevado y el niño alcanza al borde con las manos pero ya está demasiado bajo como para impulsarse. Dicha colcha la he puesto debajo del colchón de la cuna grande y ya la he vestido. Me ha hecho ilusión aunque no creo que la utilice hasta octubre. He puesto los protectores, al elevar el colchón no quedan como deberían pero ya los fijaré con velcro. Aquí hay soluciones para todo.

La mochila me sigue funcionando fenomenal, aunque a veces parece muy justa es sólo por que el niño no está bien colocado. Creo que al final la solución definitiva sería un fular gigante: Yo me pondría el cinturón de la silla, rodearía mi cintura con el fular, haciendo un ocho rodearía la del niño y pasaría la tela por entre sus piernas y por el círculo de su cintura y lo ataría. No lo he probado pero creo que iría muy seguro.

Ahora hemos empezado a darle la papilla de pollo y es la primera vez que no le gusta algo nuevo. Probamos con papilla hecha en casa pero no le acaba de gustar. Menos mal que ahora le empiezan a entusiasmar los potitos de la marca nestlé (otros, no). La papilla de frutas se la sigo haciendo yo. Ahora ya soy más rápida pelando con un pelador que tiene el mango en medio.