jueves, 27 de noviembre de 2008

En posición cefálica

Hoy hemos ido al ginecólogo privado a ver a nuestro pequeño. Yo iba con un montón de dudas y molestias: ¿Por qué sólo siento sus patadas en la parte derecha y en la parte mas baja del útero? ¿ por qué tengo una bola de acero en vez de barriga por las tardes y noches? ¿por qué me cuesta respirar?

Pues bien, la respuesta a todas mis molestias es ¡Aguantate! por que Miquel ya se ha acomodado, parece que de forma definitiva, en la posición de salida. Es maravilloso cuando te dicen que estás tan hecha polvo por que todo va estupendamente. Miquel pesa 1412 gramos, mide 40 cms y ya está colocado para salir! Está boca abajo ya! La explicación de por que me da patadas sólo al lado derecho es por que al estar ya en vertical a la izquierda queda la placenta, que es mucho mas tranquila que Miquel. O sea, que es una buena noticia que mi higado y estómago reciban todas las patadas. Es genial que Miquel toque el piano en mi vejiga cuando está llena. Es fabuloso que con sus pies me oprima el estómago y el diafragma. Por eso, a veces, me cuesta respirar. Y si tengo la barriga como el acero, eso son las contracciones de Braxton Hicks que preparan el cuerpo para el parto. Es poco probable que cambie ya de posición, así que he de ir habituandome. Asi tengo una gran preocupación menos: el niño no saldrá de nalgas.

La naturaleza es sabia y a mí tanta sabiduria me deja agotada. Hasta el 17 de diciembre no empiezo las clases de preparación al parto y no sé con qué fuerzas podré ir a ellas. Me quedan 11 semanas y tres días, parezca una condena o no, es así.

martes, 25 de noviembre de 2008

Me siento taaaaaaaan cansada

28 semanas y un día. Empiezo mi septimo mes según las expertas y asi, el último trimestre. Parece que no queda nada pero yo lo veo como una eternidad. En el plazo de esta semana no he tenido ningún control médico pero para que no me desacostumbre mañana tengo analítica y pasado privado. He de llevar mas control de la agenda ahora que cuando iba a la facultad.

En esta semana Miquel me ha demostrado sobradamente que le encanta jugar al pinball con mi utero y cuando acierta en la vejiga ¡Premio! La mami corriendo al baño. Realmente, al cabo del día me come toda la energia. Cual vulgar sim, a las cinco de la tarde mi barra de energia está bajo mínimos.

El miércoles llegó el carrito. Verlo en casa la verdad es que impresiona bastante, aqui, dentro de nada, habrá un niño viviendo y te das cuenta de todo lo que les hace falta. Hicimos todas las pruebas y combinaciones posibles a ver como quedaba aunque aun nos falta el examen final: anclar el portabebé en el asiento del coche.

El domingo llegó el gran día de hacer la canastilla para el hospital. Quizá parezca muy pronto, pero es algo que no quiero dejar para última hora. Por dos razones: cuando me ponga de parto quiero las mínimas preocupaciones: meter neceser y zapatillas y resoplar. Y segundo: como es lógico, no sé cuando me pondré de parto. Además, así me he dado cuenta de que Miquel no tenía tanta ropa como pensaba. Todavía he de comprarle camisetitas de algodón, alguna toalla, un abriguito. Asi que he hecho las dos bolsas, la que irá a sala de partos y la que va a la habitación.

Y aqui sigo, con mi bola de acero como barriga que cada vez me límita mas para vestirme y hacer cosas, con mi cuenta atrás, con mi niño que aun no domina el código morse aunque no será por que no lo practica: patada, puntapie, cabezazo...He estado un par de días muy mareada de tantas vueltas que da este crio.