miércoles, 4 de febrero de 2009

A disfrutar lo que queda de embarazo ¡OMMMMM!

Después del sustillo del sábado le hemos hablado a Miquel de las muchas ganas que tenemos de verle, que ya puede salir, que estamos esperándole, que baje, que dilate.... De momento, lo único que baja tímidamente es algo de tapón mucoso.

Hoy he ido a la última eco pero no le he podido ver la carita por que se la tapaba con la mano. Todo correcto: el niño, la placenta, el líquido anmiotico y lo que me molesta tanto justo debajo del pecho derecho es ¡el culete! O sea, que el nene no está precisamente abajo. La doctora, en cuanto ve que ya pesa tres kilos me propone programar el parto ¡¿EING?! Todo el embarazo diciéndome que el parto dependería de como fueran las cosas, ahora las cosas van de coña y me proponen programar el parto sin mas justificación que ya pesa tres kilos.

Hasta última hora de la mañana no tengo ginecólogo y no veo a Jordi hasta media hora antes, asi que me toca toda la mañana comida de coco y preguntar en el foro. Por un lado, es tentador eso de ya saber cuando nacerá tu niño y tenerlo todo bajo control. Por otro lado, no han dado ningún motivo para hacerlo y sé que cuánto mas tiempo esté dentro mío mas defensas coje. Me parece un tanto egoista programar el parto por mi comodidad e impaciencia. Cuando se lo comento a Jordi está igual de perdido que yo.

Vamos a la consulta del ginecólogo con la firme intención de aclarar el tema parto. Me toman tensión y peso, como siempre. En una semana he engordado medio quilo, en todo el embarazo unos 11 kilos. Es algo correcto y, de momento, no me preocupa. No puedo pensar en régimenes si quiero dar el pecho. Le comentamos al ginecólogo la opinión de la doctora y ¡Este hombre me gusta! Me ha explicado que no hay ningún motivo para provocar el parto y que sería muuuuuuuuuuuy largo y agotador para el niño y para mí, así que descartado!

Después me ha hecho una exploración, un tacto vaginal. Así comprobó que puedo ponerme sin problemas con las piernas en las perneras de la camilla y me pidió que hiciera un par de pujos a ver si podía y pude sin problemas ¡por tanto tengo el visto bueno a intentar parto vaginal!!!!!!!!! ¡YUPI!!!!! Que no es ninguna garantía de librarme de la cesárea pero, por lo menos, voy a tener las mismas oprtunidades que cualquier mujer. Me pondrán la epidural muy poco a poco para saber hasta donde puedo llegar.


Parece que sigo sin dilatar nada. Está claro que he de armarme de paciencia y cambiar el chip. Quedan dos semanas para salir de cuentas y otras dos para que si hayan motivos para provocar el parto, asi que en vez de agobiar al niño para que salga vamos a dejar de agobiarnos nosotros y disfrutar de lo que nos queda de embarazo, que pueden ser 24 horas o 4 semanas sin problemas. Todo va genial y yo me encuentro bastante bien, puedo comer casi de todo (eso si, que no me enseñen un jamón que me lo como!) y dormir bien. Es mucho mas de lo que podía decir en diciembre. Que el deseo de llegar al final no me impida disfrutar de lo que me queda de camino ¿no? Ahora puedo disfrutar del embarazo por que me encuentro bien a pesar de las contracciones esporádicas y de ensayo. Ahora, calma y tranquilidad y que la naturaleza fluya.

domingo, 1 de febrero de 2009

Simulacro de parto


Mañana empieza mi semana 38. Me quedan 14 días para cumplir las cuarenta semanas y llevo 266 días embarazada. Ya no recuerdo como es lo de meterse en la cama sin complejo de tortuga boca arriba y eso de enfundarse un vaquero ajustado ¿como era?

He estado jueves y viernes con dolor y pinchazos constantes de barriga, los pódromos dichosos y tomando infusión de frambueso para ayudar a dilatar. Realmente acabo el día agotada pero con la esperanza de que todo eso sirva para dilatar. Este sábado obtuve la recompensa, o eso creia: Al levantarme e ir al baño descubrí una pequeña cantidad de una sustancia viscosa y blanca: ¡El tapón mucoso empezaba a caer! Eso quería decir que la maquinaría estaba en marcha, que el dolor valía la pena, que el parto se acercaba, que ya empezaba a ceder el cuello uterino, que ya quedaba menos para tener a Miquel!!!!!!! El dolor que sentí toda la mañana me parecía maravilloso y productivo........ En fin, que me monté en una nube demasiado pronto.

Después de comer volví al baño y solté un par de gotas verdes ocuro ¡Alarma total! ¿aguas sucias? ¿el niño ha defecado y se ha roto la bolsa? Decidimos esperar una hora en la que acabamos de preparar todas las bolsas. Realmente, yo me encuentro mas tranquila que Jordi, el pobre intenta disimular pero está fatal. Tengo ventajas sobre él. Sé exactamente lo que va a pasar cuando vaya a urgencias y donde me van a poner para comprobar si es falsa alarma o no. Me encuentro bien, ni una contracción aunque me duele la cabeza. Lamento haber comido tanto pero es que cuando cocina Jordi es algo exquisito...

Llegamos al hospital y me atienden en seguida. Primero, tacto vaginal. Algo desagrable pero la bolsa parece intacta. Si es así, la única explicación es que haya sido parte del tapón mucoso (se ve que tiene todos los colores). Deciden monitorizarme durante media hora para comprobar que el niño está bien. En una habitación me siento en un sillón bastante cómodo y me enchufan dos monitores a la barriga. Uno, para el corazón del niño y otro para las posibles contracciones. Así oimos el corazón de Miquel a todo volumen. Era curioso comprobar como se aceleraba cuando yo me reia y se calmaba si yo o el papá le hablabamos. En ese tiempo, vino una enfermera a comentarme que había visto mi historial y leído mi plan de parto y le parecía genial. Esta actitud me encanta, a ver si se mantiene el día del parto. El registro de la máquina indica que todo va bien y es que no he tenido ningún dolor mientras me la hacian pero cuando puedo volver a moverme, ahí vuelve el dolor.

Después, otro tacto. Me dijeron que no había ni rotura de bolsa ni dilatación alguna. ¿COMOOOOOOR? Tres días de dolores de barriga, de dolores de riñones, de infusión de frambueso y ¡ni un triste centímetro de dilatación!!!!! ¿No he avanzado nada a pesar de pasarlo tan mal? Entre el bajón después de tantos nervios y esa noticia me quedé super chafada. Lo de tener paciencia nunca fue mi fuerte y ayer me llevé una desilusión. Pero lo importante es que todo está bien y la cuenta atrás ya ha empezado aunque no sé cuando acabará.