lunes, 17 de mayo de 2010

Duermete, niño

Realmente, no nos podemos quejar de Miquel. En casi quince meses nos ha dado muy pocas malas noches pero parece que ahora se van juntando, creo que es por que le están saliendo las muelas. Realmente, no es que llore pero se despierta a horas intempestivas y sólo quiere jugar, estar despierto... Se cabrea si lo coges en brazos ya que lo que él quiere es quedarse en la cuna a jugar. Es desesperante pero cuando lo ves en su cuna dando palmas y saltando, a veces, te da por reir aunque sean las cuatro de la mañana y la cosa dure horas y horas.

Tengo ganas de que aprenda a quedarse dormido tumbado en su cuna, ya que pesa bastante y mis brazos acaban molidos. Pocas veces lo he conseguido. Utilizo una silla de escritorio con ruedas para moverme con el niño en brazos, ya lo sabeis. Esta silla tiene brazos para tener mayor estabilidad pero estos me molestan bastante para dormir a gusto el niño en brazos ya que mide cerca de ochenta centímetros ¡Uff! Si lo dejas en la cuna despierto, se pone a jugar y a revolverse.

Tengo el libro de "Dormir sin lágrimas" en casa pero aun no lo he empezado. No sé si nos ayudará algo ya que no empezamos muy bien. Debería leerme el libro "Dormir sin risas" por que este niño sólo llora cuando está reventado y entonces cae rendido al momento.

Hay un cambio importante. Ahora al señor le aburre la papilla y quiere probar nuievas texturas. Lo malo es que su curiosidad se ha adelantado a sus muelas y el repertorio debe ser limitado. Pero le encanta las croquetas, las varitas de merluza y la pasta.