martes, 21 de julio de 2009

Preparando el viaje ¡qué locura!

Quedan ocho días para salir de viaje y ya me estoy agobiando. He de empezar a hacer las maletas ¡ya! Este viaje no sé como será. Miquel ya se ha acostumbrado a ir en el maxicosi en el coche sin problemas: va jugando o durmiendo. Pero no ha hecho ningún viaje de mas de media hora, así que...

Habrá que llevar a mano pañales, cambiador, biberones, potitos, papilla, medidor, platos, cucharas... Realmente lo de poder enchufarle la teta en cualquier momento y lugar es una gozada y no andar con preparativos. ¿Cuando será real la teletransportación? Lo de la macedonia lo solucionaré con potitos ¡le gustan! (¿que cosa no le gustará a este crio?), lo de la papilla ya se la daré en el hotel y para el zumo pues creo que en cualquier Medas o Ars hay máquina de exprimir naranjas y ya iré yo colador en mano para dejarselo mejor, como lo hago en casa. Aunque las tetinas de flujo variable han sido todo un descubrimiento. Y todo esto, sólo para el viaje. Por que para las vacaciones llevamos el moises (con colchón, sábanas, mantita), una bañera hinchable, el carrito, batidora, báscula, mochilas... Con todo esto y lo habitual es imposible plantearse llevar la silla de ruedas. Así que en los diez días de vacaciones no podré llevar a Miquelito conmigo y esto me pone muy triste. He de aprovechar estos días para llevarlo. Sigo utilizando la premaxx pero realmente he de ir pensando en otra cosa ya (tirantes chicco? o acostumbrarme a la Babyhjorn). Ahora mismo lo tengo sentado en mi regazo sujeto por el slimring que rodea mi cintura y la suya a la vez, pero no me convence por que lo he de tener muy sujeto con el brazo... Pensaba hacerlo con un ocho, o se poner la tela en mi cintura, cruzarla y meter al niño pero no llega la tela.

La cuna nueva me díficulta cambiarle los pañales donde siempre, así que he decidido no correr riesgos y cambiarle los pañales en mi cama. Eso implica tener cuidado de tener todo listo en ambos sitios pero la seguridad del niño está ante todo. El moises lo tenía en modo balancín y lo arrastraba con el andador de aquí para allá pero mis brazos ya no podían empujar tanto peso, así que le he puesto las ruedas a la cuna. Esto implica ir con mucho mas cuidado pero, al menos, no me quedo sin brazos. Para dormirlo ahora muevo la cuna para delante y para atrás. Jordi se cachondea de mí y dice que a ver como lo hago eso mismo con la cuna cama. Los problemas crecen.