Hace días que quiero escribir pero apenas tengo tiempo. La última semana de vacaciones fue bastante productiva: Hemos arreglado un poco la casa, hemos ido a la piscina y Miquel ya nada sin problemas con los manguitos y hemos desmontado su cuna cama para convertirla en cama, mesita y escritorio. El derroche de dinero que supuso en su día no ha salido a cuenta. Si, ha quedado muy mona la habitación con su mesita de noche y la cama de 1'40 pero eso mismo lo podíamos tener por menos dinero... En fin, que la habitación parece más amplia al no tener los altos barrotes en medio. Miquel sigue teniendo su barrera de cama igual que antes más la mesita de noche. Ahora solo ha quedado el cabezal, así que el niño debe dormir al revés de como lo hacía hasta ahora por mi comodidad. A él le ha encantado este cambio, la duda estaba en como lo acostaría yo en caso de tener que hacerlo (cuando hace las siestas, lo dejo en el sofá del comedor y por las noches lo duerme Jordi).
Ahora he emppezado a trabajar desde casa para una ONG. Estoy muy contenta, me encanta mi trabajo y ya hacen falta más ingresos, ya... El teletrabajo es la mejor opción para mí, para atender al niño, por no tener que viajar cada día con el transporte tan bien adaptado que hay. Y el trabajo que realizo es realmente interesante. Pero, siempre hay un pero, trabajar desde casa requiere una gran dosi de concentración y de organización. Cuando vas a tu trabajo y piensas "¡cachis! no he puesto la lavadora! no es algo que te impida concentrarte en tu trabajo. Con el trabajo en casa es algo más díficil. Aprovecho para trabajar sobre todo cuando el niño está en el parque por que a la que me ve al ordenador me pide que le ponga videos de Luis Cobos en Youtube. Si, seguimos fascinados por la batuta. A veces me pide "caballos", videos de caballos bailando. Viendo que me acatapara el ordenador y que yo necesitaré irme a la biblioteca algún día para trabajar, me he comprado un portatil ¡Por fin! Es pequeñito pero ya me apaño. Además, también tengo pendiente acabar mi libro donde entrevisto a Carlos González y Gemma Guillamón. ¡Muchisimas gracias!
Ahora me siento algo agobiada, Miquel empieza la guardería en 12 días y no sé como me lo voy a hacer para levantarlo tan pronto. Últimamente hace las siestas muy tarde y dormirlo por la noche es cuestión de hora y pico. Ayer Jordi se rindió a las doce de la noche y lo relevé yo. Realmente, el niño no quería dormir. A la una se quedó dormido en mis brazos y ahí estaba yo: con el niño en brazos planeando como ponerlo en su cama correctamente. Al final opté por pasarle las piernas a la cama y sentarlo en ella para después empujarlo suavemente hacía su almohada ¡y salió bien! ¡Prueba superada! A pesar de eso, hoy lo he despertado a las nueve para mantener un horario. Tenía dos opciones: dejarle sin siesta o intentar que la hiciera antes. Como siempre se queda dormido cuando lo saco a la calle a las cinco, hoy he probado de sacarlo a las tres y media por la sombrita. Miquel no quería salir a la calle, estaba super activo pero cuando lo conseguí subir a mi regazo el niño se cogió a la teta y en cinco minutos ¡dormido! Ahora está dormidito en el sofá donde lo he dejado al llegar a casa. ¡Un truco excelente! Si, se desmorona mi plan de "fuera de casa no hay teta" pero tenemos un horario más coherente. A las cinco lo despertaré.
1 comentario:
Animo Estrella! Los comienzos de la guarderia son los mas duros, tanto para los peques como para nosotras.
Un abrazo!
Eva
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