El taller de las palabras, ese es mi nuevo proyecto. Mamá necesitaba realizarse profesionalmente y creo que al fin he encontrado la forma.
Miquel sigue creciendo feliz y me sigue haciendo feliz. La rutina fluye fácilmente. El día a día apenas depara sorpresas y es muy agradable empezar a ir al parque con el niño al llegar el buen tiempo. Pasaron los difíciles días de obstinada lluvia que me obligaban a combinar paraguas propio, paraguas del niño que se cansa de llevarlo, chubasquero, patinaje sobre ruedas... Sigo colaborando en el colegio con la fruta y esto me da la oportunidad de pasar un bonito tiempo junto a mi hijo.
Pero necesitaba sentirme realizada profesionalmente. Cansada de no tener ofertas de trabajo, de ser rechazada en cualquier selección de personal, he optado por buscar otra vía. Crear mi propio puesto de trabajo. Me costó un poco identificar mi punto fuerte a pesar de que es algo obvio: la escritura ¿Pero como sacarle un beneficio económico real? (Lamento decepcionaros: el cobro anual del porcentaje que me corresponde por las ventas de mis libros no me paga las facturas).La solución fue: Aquí tenéis a una escritora y correctora a vuestro servicio.
¡Ojo! No pretendo trabajar de "negra", no me parece ético. Pero si que puedo asesorar para mejorar un texto ya escrito. En caso de escribir yo la historia que mi cliente desea, el texto seguirá siendo mío. Es cuestión de principios. Todo esto ofrezco en mi Taller de las palabras.
He empezado con buen pie y confianza. Todo os lo debo a vosotros, lectores de mi blog. Me disteis vuestro apoyo para pensar que mi historia merecía ser editada, para darme cuenta de que soy una escritora y que puedo ayudar a otras personas a conseguir su sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario