miércoles, 25 de febrero de 2009

Se acerca el final del embarazo

pero no el final de este blog, espero. Aunque el embarazo ya es todo un reto, la maternidad y criar y amar a un hijo lo es mucho mas. Si hasta ahora no han valido ni tópicos ni ideas prefijadas, después mucho menos. Bueno, ya se vera...

¿Las apuestas siguen en pie? Bueno, Miquel sigue teniendo la última palabra y nacerá cuando el quiera. Lo único que ha cambiado es que ya tiene una fecha límite. Así que si quiere hacer uso del libre albedrio, tendrá que espabilarse. Anoche tuve tres contracciones separadas por treinta minutos entre sí, pero la cosa no pasó de ahí y dormí muy bien.

Hoy, como ya sabeis, he ido a monitores (sin la canastilla). Mi monitor tenía el audio muy bajo y oía mas los corazones de los bebés de las mamás de al lado que a Miquel. Todo estaba normal, sin novedad, sin contracciones. Parece que la Trinca ya le aburria y le puse la radio pero Miquel hoy estaba tranquilote. Eso si, le encanta hacer olas en mi barriga. Después, tuvimos que esperar mucho tiempo para la visita con la ginecóloga, la espera la pasé en una cama por que me mareé por el calor que hacía. Lo malo es que en esa habitación también hacía calor. La doctora me hizo un tacto super bien hecho por que ni me enteré y me dijo que seguía igual, de un centímetro sólo (¿las contracciones de estos días no han servido de nada?)

Estando así las cosas, no queda otra que programar la inducción al parto. Claro que podría ponerme de parto en cualquier momento pero no hay mucha pinta, la verdad. Me explican que ingresaría el sábado a la tarde, me pondrían como una tirita en la vagina que irá liberando prostaglandinas toda la noche (que ayudan a dilatar) y el domingo por la tarde nacería con parto vaginal o cesarea. La mujer ha leído mi plan de parto y el informe de mi ginecólogo. Ambos coinciden en intentar el parto vaginal antes que decantarse por la cesárea. La doctora me dijo que ella veía díficil que pudiera parir vaginalmente pero que en otras ocasiones también lo pensó por otras parturientas y se equivocó. Le contesté que quería intentarlo pero que era consciente de que con la inducción la cosa se complicaba algo mas, y que si había que recurrir a la cesarea, pues no iba a poner ninguna pega, evidentemente.

Ahora tengo una mezcla de sentimientos. Sobre todo, alivio, alivio por que ya sé que, como muy tarde, tendré a Miquel el domingo, tranquilidad por que sé que todo va a estar mas controlado pero también algo de miedo. No sé si puedo hacer algo para cambiar la situación, aunque parece que no. De verdad que nunca me planteé que se pudiera retrasar tanto, pensaba que se adelantaría. Ahora a relajarse a ver si aun Miquel nos da una sorpresa y se anima a salir por su cuenta.

La "banca" ahora mismo está haciendo la cena, así que no sé si querrá cambiar las condiciones de las apuestas. Apostar por el día 1 es lo fácil pero puede que Miquel nazca antes, todavía.

3 comentarios:

Mª Ángeles dijo...

Tranquilidad y confianza, Estrella. Sobre todo sigue el ritmo de tus propias pulsiones para cualquier decisión que hayas de tomar, que seguro que acertarás y todo habrá de salir bien. Nadie mejor que una misma para saber lo que puede y debe hacer. Así es que mucha fuerza que te sobra, seguro.

Besos.

Anónimo dijo...

Miquel, cómo no espabiles te quitan la opción de elegir... Este chico seguro que por salirse con la suya nos saluda antes del domingo. Un café para la banca? mj

Anónimo dijo...

Bueno,Estrella, pues todo va sobre ruedas. Todo bien sincronizado.
Si quiere nacer sin cesárea lo hará, y si no, la fecha ya está fija.
Hoy cambia la luna! A ver si esta noche de madrugada las contracciones surgen y teneis que salir corriendo con la canastilla.
Besos y que todo salga perfecto.
(Inma)